miércoles, 25 de junio de 2014

El hurón como mascota de compañía

Cuando alguien desea tener un hurón como mascota, debe tener presente que se trata de animales muy sociables, inteligentes y de un comportamiento muy complejo. Esto significa que son mascotas que necesitan de la atención diaria por parte de sus dueños. No se trata de una especie de hamster o cobayo que se puede tener confinado a un acuario o una jaula pequeña. Hay que pensar en ellos más como en un perro o un gato. Los hurones son animales que gustan y necesitan de la interacción con sus amos, por lo que si usted no está dispuesto a dedicarle un rato cada día, quizás no sea la mascota adecuada. Los hurones pueden vivir bien en una jaula de dimensiones medianas, a condición de que se les permita salir al menos unas horas al día. Otras personas tienen a sus hurones sueltos en la casa todo el tiempo que pueden vigilarlos, y los encierran en una jaula o un cuarto especial cada vez que salen, limpian la casa (barrer puede ser difícil si un pequeño demonio de tasmania insiste en luchar con la escoba!) o duermen. 

Los hurones domésticos son unas mascotas muy divertidas. Son tan juguetones como un cachorro de perro o de gato, con la ventaja de no perder ese espíritu a medida que crecen. Aprenden a acudir al llamado de su dueño, a quedarse sobre sus hombros y a pasear atados a una correa. También son capaces de cosas igualmente simpáticas pero algo engorrosas, como abrir puertas (inclusive corredizas!), bajar cierres relámpago y esconder pequeños objetos (y otros no tan pequeños) bajo los muebles o en rincones. Aprenden fácilmente a usar una bandeja con piedritas para hacer sus necesidades y, con nada o algo de dedicación de su dueño según cada caso, a convivir con los perros y gatos de la casa. 

 Si bien los hurones domésticos descienden de animales cazadores (gracias a ello son un buen modo de liberarse de ratones y ratas!), todos los hurones domésticos están acostumbrados desde hace generaciones a comer alimento balanceado. Esto no impide que puedan ser alimentados con productos frescos como huevos, carne, algunas frutas, etc., pero hacerlo de ese modo es más engorroso y es difícil manterer una dieta balanceada. Los hurones no han perdido sus instintos cazadores, por lo que cualquiera de ellos podrá dar cuenta de una laucha o un pájaro herido (o, llegado el caso, de un hamster o un pollito, por lo que debe tener particular cuidado si tiene ese tipo de animal en proximidades de un hurón) Más allá del alimento básico, los hurones aman ciertos alimentos no muy sanos para ellos, pero que pueden dárseles en pequeñas cantidades a modo de soborno o premio (muy útil si desea enseñarle un truco a su mascota!!!). Distintos hurones gustan de distintas cosas, desde miel o bananas hasta manteca o tallarines. 


Antes de decidirse a tener un hurón (o cualquier otra mascota) usted debe evaluar muy bien si dispone del espacio adecuado. Llevar una mascota a una casa que no está en condiciones de recibirla resultará en sufrimientos varios tanto para el animal como para sus propietarios. Los hurones pueden ser tenidos libremente dentro de la casa, a condición de que se hayan hecho ciertas adaptaciones. Estas comprenden bloquear el acceso a todos los lugares que puedan resultar peligrosos para nuestra mascota o para nuestras pertenencias. Sitios clave a tener en cuenta son las partes traseras de las heladeras (donde hay cables y ventiladores que pueden herir al hurón), desagües, trituradores de basura, repisas con objetos delicados, etc. Los hurones gustan de escarbar la tierra, por lo que si tiene plantas en el ambito en donde planea dejar suelto a su pequeño amigo, deberá proteger su superficie colocando piedras o una rejilla de alambre (o poner las macetas lejos de su alcance). Debe prestarse particular atención cuando se cierra la heladera o el horno, así como al sacar la basura: nuestro hurón puede estar jugando (o peor: dormido!) adentro. Con no demasiado entrenamiento, los hurones aprenden a hacer sus necesidades en una bandeja con piedritas del tipo de las usadas para los gatos. 


Como pasa con los niños, los hurones aman ciertos alimentos que son muy dañinos para ellos. Es mejor mantener a su mascota lejos de los caramelos, mermeladas, y cualquier alimento muy rico en azúcar. Suelen gustar de las bebidas alcoholicas, pero es un no. Las nueces, almendras, avellanas, etc. son peligrosas porque los hurones no las digieren, y si tragan un trozo algo grande puede resultar en un bloqueo intestinal. Evitar el chocolate, ya que puede resultar tóxico. 




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